Voy con el miedo tocando mis talones andando con cuidado pisando muy despacio apretando el corazón. Tengo el pánico tatuado en el rostro, las ganas de quererte entre los ojos, no puedo detenerme al caminar mientras te trato de alcanzar. Voy con el mañana en frente y el pasado gritando tan fuerte "no lo vas a lograr" "solo ríndete ya". Estoy tratando de quererte un poco menos, pretendiendo que no creo en el amor como si eso pudiera evitar las heridas del fracaso al amar.
Perenes los nombres tatuados en la espalda de ángeles caídos con alas quebradas, sueños curtidos debajo de la falda, amores efímeros de memorias arraigadas. Maletas con historias que fueron olvidadas, contiene las promesas con fechas caducadas, te quieros pronunciados volviéndose navajas, arrancan las raíces de falsas esperanzas. Para una mente frágil una sombra es la locura, esperando taciturna que alguien rompa la cordura, inhibiendo conjeturas con sustancias que no curan, el sabor a tabaco y el insomnio que perduran.